domingo, 7 de junio de 2020

Escrito durante el coronavirus 76


Esta semana me han acabado de extraer todas las muelas del juicio, puede que mi juicio haya quedado afectado y que mis opiniones resulten todavía menos juiciosas que antes. Disculpen, en su caso, las molestias. He consultado la posible existencia de literatura científica al respecto, pero lo único que he sacado en claro es que, según la teoría evolutiva, las muelas del juicio tienen tendencia a desaparecer en un futuro de la especie humana, no sirven más que para dar problemas y hay personas que carecen de ellas. Así que he dado un paso rápido para ser un ser humano más evolucionado que otros.

Faltan unas horas para entrar en la fase 3, y solo dos semanas para que finalice el estado de alarma y el confinamiento provincial, salvo que el Gobierno de Navarra lo adelante una semana, si las cosas van bien, y entonces desde la semana próxima ya podremos visitar a nuestros vecinos, sobre todo a los que nos hacen el favor de cuidar nuestras playas en el Cantábrico. Y falta un mes para los no-sanfermines de este año, que van a ser raros, aunque todavía no sabemos cómo van a ser exactamente. Sabemos que habrá Vísperas y Misa de San Fermín en la capilla del santo en la iglesia de San Lorenzo, con aforo limitado, y una “procesión inversa” en la cual la imagen del santo morenito no saldrá a la calle pero la gente podrá desfilar ante ella. No habrá “el Chupinazo” en la Casa Consistorial, pero no me sorprendería que haya muchos chupinazos por toda Pamplona cuando llegue el mediodía del día 6. Supongo que habrá gente por la calle, no sé si vestida de blanco y rojo, bebiendo y comiendo, la mayoría adoptando las medidas de seguridad e higiene de la “nueva normalidad” que todavía no están aprobadas, pero que seguramente esta semana próxima podremos leer en el BOE. Una minoría, como pasa ahora, ignorará olímpicamente toda precaución y hará lo que le dé la gana provocando una avalancha de agrias premoniciones por parte de los profetas de guardia sobre el inevitable rebrote de la epidemia y la vuelta al confinamiento general, premoniciones que ya se hicieron cuando nos dejaron salir de casa a pasear o a las terrazas y que parece que, de momento, no se han cumplido. Como a partir de mañana pueden reabrir peñas y sociedades gastronómicas, supongo que las que suelen tener una presencia activa en los sanfermines también harán cosas en los no-sanfermines de este año.

Hay un par de disposiciones de la fase 3 que me parecen completamente desacertadas. Lo de las discotecas, que se pueden abrir pero “cuando existiera en el local un espacio destinado a pista de baile o similar”, como si pudiera existir una discoteca sin pista de baile, no puede utilizarse como pista de baile y se pueden poner mesas. Yo he sido usuario muy esporádico de discotecas, solo en situaciones de necesidad, y además de los que ha hecho más uso de la barra que de la pista de baile, pero abrir una discoteca sin pista de baile es como abrir un cine sin proyector ni pantalla, o abrir un restaurante sin cocina. Me parece más acertada la intención que ha anunciado el Gobierno de Navarra de retrasar la apertura de discotecas en nuestra comunidad. También me parece una completa melonada lo de los espectáculos taurinos, se pueden abrir las plazas de toros pero siempre que “no se supere la mitad del aforo autorizado, y en todo caso, un máximo de ochocientas personas”. El Gobierno de Navarra anuncia que reducirá el aforo a cuatrocientas personas, como en la fase 2. Es obvio que no se va a abrir ninguna plaza porque ese aforo es ridículo, no va a compensar económicamente. Sería preferible que las autoridades digan que este año no va a haber temporada taurina y que los aficionados tenemos que esperar a la de 2021. Pero, bueno, a lo mejor personas con todas sus muelas del juicio tengan mejor criterio que yo.


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