martes, 10 de julio de 2018

Gente que no vino a sanfermines SCOTT FITGERALD

Francis Scott Fitzgerald y su esposa Zelda.


Francis Scott Fitzgerald, nacido en Minnesota en una familia acomodada de origen irlandés, es uno de los principales escritores de la Generación Perdida. Empezó a escribir estudiando es la Universidad de Princeton; no acabó los estudios al enrolarse para combatir en la I Guerra Mundial, aunque no llegó a ser enviado a Europa. Trabajó en Nueva York en publicidad y logró éxito con su primera novela, This side of Paradise (A este lado del paraíso), en 1920. Junto con su mujer, Zelda, bailarina y también escritora, viajó por Europa en la década de los veinte, llevando una vida disoluta, e hizo amistad con Hemingway y otros escritores norteamericanos que vivían en Francia. La década siguiente la pasó sobre todo en Estados Unidos debido a los problemas de salud mental de Zelda y él mismo, alcohólico, también tuvo que ser internado varias veces. Para salir de sus problemas económicos trabajó sus últimos años como guionista en Hollywood, donde murió a los 44 años.

La exposición “Recuperando a Hemingway” sugería que Scott Fitzgerald fue uno de los visitantes de Pamplona inducidos por el futuro premio Nobel. En uno de los paneles se decía lo siguiente: “En el año 1930, Scott Fitzgerald le pide consejo a Hemingway sobre un viaje que quiere realizar a Pamplona y San Sebastián”. Ya en 1924, en una carta que Scott Fitzgerald dirige a su amiga Hazel “Patsy” McCormack, mencionaba su deseo de hacer un viaje por España y ver una corrida de toros. Por lo visto, años más tarde retoma la idea y consulta a Hemingway, pero parece que no llegó a hacer ese viaje a causa de la respuesta que recibió. En una carta de enero de 1930 Hemingway informa a su amigo que no hay corridas de toros después de noviembre, que en esa época el tiempo en San Sebastián es nublado, húmedo y lluvioso, y que la ciudad está desierta. Sobre Pamplona le dice que hace frío y quizás llueva, que la lluvia proviene del mar o de la nieve, y que no hay nada que hacer. No obstante, le informa sobre tres hoteles, el Gran Hotel, lujoso pero desierto, el Quintana (“the Montoya of Sun Also”), quizás demasiado simple para los gustos de Scott Fitzgerald, y La Perla, de un nivel intermedio. Tras decirle que en Madrid también hace un frío infernal, le aconseja como lugares a los que ir en invierno, por el buen clima, Tarragona, Málaga o Ronda y, tras recomendarle algunos hoteles, finaliza reiterando que “San Sebastián y Pamplona serían una gran decepción para ti en invierno”. Finalmente, en febrero de 1930 Scott Fitzgerald y su esposa emprendieron un viaje por Argelia, el cual inspira algún pasaje de su novela de 1934 Tender is the Night (Suave es la noche), y tras su regreso ella tuvo una crisis nerviosa y fue internada por primera vez en un centro psiquiátrico donde se le diagnosticó esquizofrenia.

Al igual que sucede con otros supuestos visitantes de los sanfermines, ni los biógrafos de Scott Fitzgerald (Mizener, Bruccoli, Donaldson), ni los de Zelda (Milford, Cline), relatan ningún viaje suyo a Pamplona, ni aparece la menor mención en su correspondencia hecha pública. Como cuenta Jeffrey Meyers en Scott Fitzgerald. A biography (Meyers, reputado biógrafo literario, tiene también escrita otra obra sobre Hemingway): “En los veranos, Fitzgerald iba a la Riviera a tumbarse en la playa; Hemingway iba a España a ver toros y vivir la experiencia sobre la que escribiría en The Sun Also Rises. Fitzgerald podría competir con Hemingway como escritor pero no como deportista. Al contrario que los Murphy, Dos Passos, Don Stewart y Max Perkins, Fitzgerald nunca siguió a Hemingway a España o fue a pescar con él en Cayo Hueso”. Traduzco del original en inglés, ya que esta biografía no está editada en castellano. Aprovecho para decir que si los anglosajones cultivan en abundancia este género y escritores como Hemingway y Scott Fitzgerald han merecido diversas biografías por distintos autores, en España no solo apenas se cultiva, sino que ni siquiera se traducen las biografías escritas en otros idiomas. La mayoría de las más reconocidas biografías de Hemingway (las de Baker, Burgess, Dearborn, Griffin, Kert, Lynn, Mellow, Meyers, Reynolds, etc.), no están publicadas en castellano, y lo propio sucede con las de Scott Fitzgerald. En nuestra lengua principalmente podemos encontrar libros que tratan sobre la relación de Hemingway con España o con el mundo de los toros. Eso hace que circulen mucho más leyendas, chismes y falsas anécdotas que hechos contrastados.

Publicado en Diario de Noticias de 9 de julio de 2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario