Cole Porter es uno de los
compositores norteamericanos más conocidos del siglo XX. Es autor de cientos de
canciones, muchas compuestas para comedias musicales y películas, algunas de
ellas auténticos clásicos de la música popular: Begin The Beguine, Easy To
Love, Night And Day, True Love, etc. Nació en Indiana en el
seno de una familia adinerada, acudió a las universidades de Yale y Harvard y,
luego, prosiguió sus estudios musicales en París. Allí se casó con una rica
divorciada, Linda Lee, y en la década de los veinte ambos llevaron una lujosa y
extravagante vida en continuo movimiento entre sus casas de París, Nueva York, Venecia
y Londres, al tiempo que él preparaba algunas composiciones. En 1928 volvió a
Estados Unidos para emprender con más empeño una carrera musical y en los años
siguientes trabajó con mucho éxito tanto en Broadway como en Hollywood. En 1937
sufrió un accidente, montando a caballo, que le dejó graves secuelas. Su propia
vida ha sido convertida en película musical dos veces: Night and Day (Noche y día), 1946, dirigida por Michael Curtiz, y De-Lovely, 2004, por Irwin Winkler.
En
la exposición “Recuperando a Hemingway” de diciembre de 2017 se afirmaba que
“durante la década de los años 1920, Cole Porter residió en París y se codeó
con los artistas de la nueva generación cultural europea, entre ellos
Hemingway, con quien estuvo en Pamplona”. Lo cierto es que esta afirmación carece
de pruebas que la avalen. Solo he encontrado al respecto una referencia
anterior. Arnold Shaw, escritor, músico y productor neoyorquino, autor de una
serie de libros sobre la música popular norteamericana del siglo XX, dice en The Jazz Age: Popular Music in the 1920's
(Oxford University Press, 1989) que Cole Porter pasó los años veinte expatriado
en Europa como tantos otros veteranos de la I Guerra
Mundial (el músico presumía de haber luchado en la Legión Extranjera ,
hay biógrafos que lo ponen en duda y dicen que trabajó para una fundación
privada) y que viajó a ver las corridas de toros en Pamplona “à la Hemingway ’s The Sun Also Rises” (no con Hemingway,
sino a su estilo). No da referencias y, dado que no es un autor especializado
en la vida de Cole Porter, el dato resulta poco convincente ya que no figura en
ninguna de sus biografías.
No
parece que Cole Porter y Hemingway tuvieran apenas relación, aunque sean citados
en las mismas listas de artistas que pululaban por Europa en los felices
veinte. Sí tuvieron amigos comunes, como los opulentos Gerald y Sara Murphy. Mientras
Gertrude Stein reinaba en París sobre quienes cultivaban las artes y las letras
y sobre todas las vanguardias de las primeras décadas del siglo, los Murphy lo
hacían en la Riviera ,
en su casa de Antibes llamada Villa America, a la cual fueron invitadas muchas celebridades
de los círculos artísticos de la época. Se dice que los personajes de Nicole y
Dick Diver, protagonistas de Tender Is
the Night (Suave es la noche) de
Scott Fitzgerald, están parcialmente inspirados en ellos. Gerald Murphy,
pintor, había conocido a Cole Porter en la Universidad
de Yale, mientras que hizo amistad con Hemingway cuando este vivía en París.
Los Murphy viajaron a Pamplona en los sanfermines de 1926 con los Hemingway
(con el escritor, con Hadley, su primera esposa de la que se divorciaría poco
después, y con Pauline, entonces su amante y muy pronto su segunda esposa), y
todos ellos aparecen en una conocida fotografía sentados en una terraza de la
plaza del Castillo.
Es por ello
que, quizás, Hemingway y Porter coincidieran en alguna ocasión, pero parece
claro que no fueron amigos. Los biógrafos de Cole Porter (Hubler, McBrien, Ewen,
Schwartz) apenas mencionan a Hemingway, ni mucho menos hablan de ningún viaje a
Pamplona. George Eells (The life that
late he led; a biography of Cole Porter) indica que Porter no hizo el menor
esfuerzo por relacionarse con los escritores americanos en París. Hemingway
tampoco le cita ni en sus recuerdos de A
Moveable Feast (París era una fiesta),
ni en su abundante correspondencia, ni sus biógrafos lo mencionan entre sus
amigos, ni se conocen fotografías donde aparezcan juntos. Tampoco los numerosos
testigos de las visitas de Hemingway a los sanfermines, muchos escritores y
periodistas que publicaron sus recuerdos, citan a Cole Porter entre sus
acompañantes. Es por ello que, pese a esa mención de Arnold Shaw, parece que
esa supuesta visita de Cole Porter a Pamplona nunca existió.
Publicado en Diario de Noticias de 10 de julio de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario