Pues ya estamos en el segundo día de campaña electoral. Me da tanta pereza que no creo que en este diario escriba todos los días... alguno que otro. Soy de la misma opinión que Jorge Nagore, suprimiría gustoso las campañas electorales. El modelo de campaña electoral que más me gusta es el de Amanece, que no es poco, donde el alcalde convoca elecciones "para mañana". Yo siempre he tenido claro el voto y no he necesitado ni que me convenzan ni día de reflexión. Ya podía el resto hacer lo mismo.
Afortunadamente, en estas elecciones voy el noveno en la lista de Izquierda-Ezkerra para el Parlamento de Navarra. Un puesto cómodo, pocas opciones de salir (aunque no renuncio a la sorpresa) y sin muchas obligaciones. El que trabaja es el número uno, y en lo que no llega el número dos o el tres. He sido alguna vez número uno, o dos, y sé lo que hay. Los medios de comunicación exigen siempre que aparezca el uno, si va el dos parece que les haces un feo. Y los electores, lo mismo, si al mitin de su pueblo mandas al dos o al tres se consideran minusvalorados. Así que desde el número nueve me toca solo echar alguna mano y desde casa, pero los que se van a currar la campaña e ir de pueblo en pueblo y de barrio en barrio son los de arriba. Qué alivio. Aunque en el acto de arranque de la campaña me tocó sujetar la pancarta.
Bueno, para arranque de campaña ya está bien... os dejo con el video de campaña de Izquierda-Ezkerra.
¡Ah! Y vótanos.
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