Pasado ya Pamplona Negra, su
éxito, noticias, comentarios y resaca, es hora ya de denunciar un fallo de
organización. Bueno, en realidad es un fallo del edificio que alberga el
festival, el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte, y más en
particular su Sala de Cámara. Es el diseño de los escalones que dan acceso a
las localidades. Supongo que si vas muy de vez en cuando ni lo notas. Pero si
acampas allí una semana, y además después de cada conferencia te hacen salir y
volver a entrar, y sobre todo si te sientas en las primeras filas y cada vez
recorres la sala en casi toda su longitud subiendo o bajando, pues compruebas que
son unos escalones realmente incómodos. Tadea Lizarbe y yo lo comentamos en
varias ascensiones y descensos que hicimos juntos, y le prometí una denuncia pública.
Me dirán sus responsables que
los escalones cumplen con las normas del Código Técnico de la Edificación sobre
pasillos escalonados. Sí, cumplir las cumplen. Son escalones con dimensiones
constantes de huella y contrahuella y el piso de las filas de espectadores permite
el acceso al mismo nivel que la correspondiente huella del pasillo escalonado,
y las dimensiones se cumplen (28 cm. de mínimo para la huella y 13-18,5 cm.
para la contrahuella).
Los escalones serán legales y
seguros para casos de estampida, pero no son cómodos. Cada huella mide unos 90
cm., lo mismo que cada fila de butacas. Dicen los manuales que para que unos
escalones sean cómodos han de tener en torno a 29 cm. de huella y 17 cm. de
contrahuella. Es una medida orientativa, pero desde luego queda lejos de las
medidas de la Sala de Cámara, donde hay que dar un paso y medio entre dos
escalones. Ya sabemos que el diseño de edificios emblemáticos como Baluarte no
se hace para la comodidad del público sino para mayor gloria de sus autores,
pero podían haberse esforzado un poquito más.
Lo más molesto es que en el
propio Baluarte hay al menos otra sala, la Sala Gola, donde los pasillos
escalonados están diseñados de modo que resultan más cómodos, en el largo de
cada fila de butacas hay, no uno, sino dos escalones, cumpliéndose también con
las normas técnicas pero pudiendo dar un paso en cada escalón. ¿No podían haber
aplicado el mismo criterio en todas las salas?
En fin, aquí queda planteada
la queja a quien corresponda.